productos de una realidad engañosa.

No me había planteado como salen las cosas, sin plan alguno, cuando solo te importa que el orden de los factores no altere el producto. Las cosas pasan, y siempre pasan por algo; el concepto de "casualidad" está equivocado y la "causalidad" lo explica todo, o al menos eso razonaba mi cabeza. Razonar, que verbo más absurdo, no tienes porque razonar nada, no te va a servir de mucho... el instinto es la mejor inteligencia que tenemos, pensar demasiado en un acto determinado puede hacer que se esfume, que pasen a ser átomos ante una reacción química, cambiando todo bruscamente y perdiendo todo aquello que podrías haber tenido antes. Perder, otro verbo inútil, ¿de verdad perdemos cuando rechazas una opción u objeto? No se tiene que ver desde ese punto de vista, al perder, ganamos otras cosas y entre esas otras muchas cosas está una libertad. Sí, libertad, aquello que si nos la diesen, ya no sabríamos que hacer, marcados uno por uno por las reglas, que están para romperlas y saltarlas, para romper todo aquello ético y moral, para convertirlo en nuestro y poder disfrutar de una realidad propia, sin segundos puntos de vista, pues no hay limites, solo la muerte puede pararnos.

Verdades.

Eran las 2 de la mañana, el ambiente estaba cargado, el aire de la sala tenía olor a sudor, alcohol y drogas. Al fondo se podía distinguir entre las luces y el humo un pequeño escenario, de no más de 4 metros cuadrados, encima habían dos amplificadores, una batería, dos guitarras, un bajo y unos cuantos micrófonos. 
En aquél momento pensé "Sí, bueno, esto es lo que me dedico a hacer", pero no recordaba nada de tocar un directo, una forma de expresión y entretenimiento. 
Yo tocaba la guitarra porque me gustaba, no la tocaba para gustar a nadie, pero sin embargo, allí estaba,  todo preparado para comenzar, mis compañeros y amigos estaban haciendo las pruebas de sonido y la gente ya golpeaba la puerta para entrar dentro de la sala.
La sala no era gran cosa, más bien, no era nada. Un par de focos mal puestos y unas mesas de contrachapado. Ese era el tipo de ambiente donde había pasado mi infancia y donde me disponía a pasar el resto de mi vida, no sabía si era lo que debería hacer, pero sabía que tocar la guitarra me liberaba y me hacía FELIZ vivir. 
Feliz, Felicidad, que concepto más falso, no es felicidad, es ausencia de penas, dolor y desgracias. Cuando escuchaba que alguien era "Feliz" me daban ganas de acercarme a él y preguntarle "¿Qué te hace feliz? ¿Una persona, un objeto, una situación? Todas esas cosas perecen y se quedan en polvo, pues polvo somos y en polvo nos convertiremos". En cierto modo todo el mundo me tacharía de cruel, pero, ¿Qué más da todo el mundo? ¿De verdad creerían que soy cruel cuando solo me dedico a decir verdades?  La sociedad nos tenía oprimidos en el "Haz el bien por todos" y no en el "Vive y deja vivir" como debería. 
El concierto iba a comenzar y yo ya no tenía más tiempo para pensar, ahora en mi cabeza solo rondaban los acordes, tablaturas y letras, letras que decían verdades, no como esta sociedad.

reflexiones de papel.

Me tumbé sobre la cama. Era julio, notaba el calor en el ambiente, no podía pensar con claridad. Había sido un día largo y tras 20 horas en pie, solo conseguía pensar en ella. Ella era la causante de mis alegrías y tristezas, de mis dolores de cabeza, y no me importaba en absoluto, pero ahora estaba perdido, ya nadie me buscaba en un mundo donde nadie importa, donde hundir a una persona en la tristeza es símbolo de que le importas, un sitio donde pedimos dinero para comprar cosas que no nos hacen falta, una sociedad materialista, carente de moralidad, donde todo son estereotipos, falsas sonrisas y lágrimas de cocodrilo. Ya no me apetecía confiar en nadie, simplemente quería descansar, pues había pasado de tenerlo todo, a darme cuenta de que todo lo que tenía era un espejismo y una falsedad, donde a todos les caes bien, pero no notan la ausencia. Vivimos por y para el materialismo, porque hay mucha gente y pocas personas. No critico a la sociedad por ello, entiendo que hayáis caído en eso que llaman felicidad, pero la felicidad no existe, es el espacio que hay entre desgracia y desgracia.

Óxido.

¿Hoy? Hoy podría escribir una novela, podría escribir tantas cosas que aquellos que han leido libros y libros,  se cansarían de esta entrada, no porque sea monótona o igual, si no porque esta mente está desbordada. Supuse que todo era perfecto, idílico, y para que negarlo, para mi lo era, era un sitio, un lugar, donde podía decir todo aquello que pensase, pues siempre iba a ser lo correcto, donde nadie te juzga por llevar las botas de un color o de otro.
Pero entrar en un bucle, donde nadie muestra interés y donde todos tiramos el tiempo, no es del placer de ninguno, así que he decidido salir de ese mar de mareas inciertas, para adentrarme en la ciénaga de poca visibilidad, sin rumbo, sin dirección, pues espero encontrar mas luces y no estar pendiente siempre de la misma linterna.

Nobody moves, nobody gets hurt.

Cambios.

Mi vida no puede reducirse a esperar que algo ocurra. Voy a tener que hacerlo yo mismo, y parece que nadie quiera colaborar, últimamente no me pasa nada bueno, mejor dicho; nadie me desea nada bueno, y en realidad escribir esto sólo sirve para empeorar las cosas. No me gusta lo que pasa, y espero poder cambiarlo.

Escribir.

Las palabras son signos de nuestras ideas, y el resultado de la necesidad que sufrimos para dar a conocer nuestro pensamiento y comunicar nuestras emociones. Creo que hoy no hay más que decir, algo más, sería abusar. Sólo digo que las palabras que me gustaría poner a este dia son aburrimiento y dejadez.

Inconformismo.

Eso que sientes cuando te levantas, esa mezcla entre cansancio y ganas de hacer algo nuevo, de hacer algo que no te creías capaz ayer o en un pasado cercano, de innovar, de crear, de sentir cosas nuevas, sin tiempo, sin capacidad de ser medidas, sin que nadie te juzgue.
Eso, yo lo llamo Inconformismo, y es la razón que cada dia que pasa, me parezca interesante, aburrido, divertido, deprimente, porque por fortuna o por desgracia, cada dia es único, y el día que no tenga esa mezcla de sentimientos, de emociones, sé que no merecerá la pena estar vivo.
Porque el día que pierda la curiosidad, ya estaré muerto.

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Necesitaba escribir algo. Simplemente transmitir emociones a algún sitio, puesto que no consigo que nadie me tome en serio. Cada vez que me pongo a escribir, sé que no estoy bien, que me pasa algo. Ultimamente no hago nada bien, mejor dicho, no hago bien lo que debería, lo que mas me debería importar, sé que la estoy cagando, pero es lo que hay.
Si me necesitan, que me llamen, no puedo estar siempre atento.

Agua.

Todo fluye, todo es agua, no tienes porque estar en un recipiente, esperando a ser bebido por alguien, a quien seguramente, nada mas le importe que el fin de hidratarse, sin importarle del manantial que vengas o que mineralización tengas.
No podemos perder el tiempo, la vida no es eterna, y no te puedes preocupar de lo que piense de ti la vecina del cuarto, no podemos vivir envasados, en un marco social, en una cosa que no somos, sigue aquello creas que es bueno para ti, pues cada uno hará lo que más le convenga, no te preocupes por mi, pues seguramente estaré bien.
Pensamos, a veces, que deberíamos estudiar, que no deberíamos hacer cosas que nos perjudicasen, ¿Pero quien nos garantiza que no hacer eso, te va a dar una vida plena de felicidad? A veces seguir los estándares sociales, no da más que problemas.
Se tu mismo, que nada te haga cambiar, pues dejar de ser algo en lo que te sentias identificado, puede ser peor incluso que la perdida total de consciencia.

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Principalmente, escribo esto porque no se donde evocar mis pensamientos, mis sentimientos, mi realidad.
Si no te interesa un pensamiento interior, puro, sin ninguna influencia, no te recomiendo que sigas leyendo esto, pues no son más que desvarios de una persona a la que seguramente, no conozcas de nada realmente.
Hoy, tras años de vida, no demasiados, me he parado a pensar, "¿Por qué puedo recordar?". Sí, se que es una pregunta sencilla, es decir, cualquiera que supiese un poco de neurología, incluso que simplemente hubiese atendido en clase de biología, sabría que los recuerdos no es más que un reflejo de las neuronas, que al necesitar organizar la información para el presente, crean un reflejo de algo que has vivido.
Pero, ahora mi problema es este,  ¿Por qué este reflejo me hace sentir exactamente igual que en ese momento? ¿Por qué esos sentimientos, que creo que solo se pueden sentir una vez, se repiten, una y otra vez en mi cabeza?.
No espero que nadie me entienda, pues no creo que lo hagáis, pero espero que algún día os planteéis la misma pregunta que yo, ¿Por qué intentamos hacer la vida mas complicada de lo que es?.